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CARACTERÍSTICAS DE UNA CLASE QUE "FUNCIONA"
¿Quieres que
tu aula sea un lugar "intelectualmente activo"? ¿Qué caracteriza a
los entornos de aprendizaje progresivo? ¿Por qué es el modelo del siglo XXI
para tantos? Terry Heick, en TeachThought, nos ofrece
un resumen en 10 puntos sobre aquello que caracteriza a un entorno de
enseñanza-aprendizaje efectivo. Y tu aula, ¿qué?
1.
Estudiantes que hacen preguntas; buenas preguntas
No decimos
que esto sea consecuencia de un buen clima de aula, pero sí es crucial si
hablamos de aprendizaje y, además, el papel de la curiosidad está
infravalorado: aunque se ha estudiado, no lo hemos tratado con la suficiente y
necesaria profundidad, ni lo apreciamos debidamente entre nuestras/os
alumnas/os. Si una unidad temática provoca poca curiosidad, si las
tareas no la generan, mal asunto... Muchos profesores y muchas
profesoras obligan al alumnado a preguntar cosas, sobre todo al principio de
las unidades didácticas y al final de las clases: no se trata de esto, en
absoluto. Esta táctica no da resultado, es en vano y desalienta a ambas partes.
Hay que enseñar a los niños y las niñas a hacer buenas preguntas
6 pasos
para aprender a hacer preguntas: bit.ly/U7SjUz
2. Las
preguntas se valoran más que las respuestas
Porque, sí, las
preguntas son más importantes que las respuestas: las buenas preguntas conducen
al aprendizaje. Tienen valor en sí mismas (lo cual no significa que
las buenas respuestas no lo tengan, pero una buena pregunta revela indagación
y, a menudo, una respuesta implícita y un proceso constructivo para hallar la
incógnita). Es más: es muy recomendable que "premies" ese tipo de
acontecimientos y los tengas en cuenta a la hora de poner la (muy
sobrevalorada) calificación.
3. Las
ideas provienen de muchas fuentes
Ideas para
lecciones, para lecturas, para las pruebas objetivas, para los proyectos, para
los trabajos... La fibra del aprendizaje del alumnado tiene que surgir desde
muchas fuentes. Si todo viene de tí, mal: estás ayudando a matar la
curiosidad, dándolo todo hecho. La comunidad educativa, los/as expertos/as
(fuera del ámbito educativo; por ejemplo, físicos/as, lingüistas,etc) o el
propio alumnado son muy buenas fuentes: un gran cambio en la
credibilidad de los contenidos y habilidades impartidos en el aula.
4. Se
usan una gran variedad de métodos didácticos y diferentes modelos de diseño de
material
Investigación,
ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos), estudio de casos, eLearning, flipping
classroom... Las posibilidades son infinitas. Ningún método satisface a
todos/as los/as alumnos/as: hay que variar y adaptarse a la diversidad del
aula. Esa diversidad, además, incide en tus capacidades y habilidades
docentes
5.
Aulas inmersas en el "mundo real", en la comunidad
No tiene
sentido que el aprendizaje ocurrido en el aula no trascienda al
"mundo", y que el "mundo" no llegue al aula. Hay que
combinar todo: entorno digital y entorno físico, libros, murales, TIC, trabajos
manuales... Todo en uno.
6.
Personalizamos el aprendizaje sirviéndonos de varios criterios
Esta
personalización es, posiblemente, el futuro. Por ahora, la responsabilidad de
la y el estudiante sobre su propio aprendizaje, sobre su
"enrutamiento", es limitada y parece caer sobre los/as docentes. Esto
hace de la planificación individualizada un desafío; las guías a tomar para
hacerlo "a medida" deberían reunir diferentes tipos de criterios: no
sólo los resultados académicos o el nivel de competencia lingüística, por
ejemplo, sino también las preferencias de trabajo, disposición hacia diferentes
contenidos, intereses, etc.
7.
Evaluación transparente, auténtica, no punitiva.
La
evaluación es un intento de saber lo que alguien "entiende". Lo
más frecuente es separar a "buenos/as alumnos/as" de "malos/as
alumnos/as" en función de calificaciones. Para empezar, podríamos dudar de
lo adecuado de los métodos de evaluación utilizados, del análisis del
aprendizaje... pero lo central es que la evaluación debe ayudarles a
mejorar: de ahí la importancia de la retroalimentación
8. Los
criterios de "éxito" son equilibrados y el alumnado los conoce
Las/os
alumnas/os no deberían tener que adivinar qué significa para nosotros/as el
"éxito". Tampoco debería ponderarse totalmente sobre la
participación, los resultados de las pruebas objetivas y los factores
individuales de predisposición, actitud y comportamiento. ¿Tienes un marco
coherente para definir el éxito? Hazlo y comunícalo a tus alumnos y
alumnas
9.
Hábitos de aprendizaje en constante modelado
Curiosidad,
persistencia, flexibilidad, creatividad, colaboración, retroalimentación, fijar
prioridades, fijar metas... Lo que a menudo aprendemos sobre todo
aquello que nos rodea es menos didáctico y más observacional,
más indirecto
10.
Hay oportunidades para la práctica
Revisamos
los conocimientos y pensamientos "antiguos" de nuestro alumnado y los
propios, reflejamos los viejos errores, abordamos de nuevo las ideas complejas,
repensamos las ideas clave desde diferentes ángulos y contrastamos los conceptos
divergentes. Viajamos, ascendemos y descendemos dentro de la Taxonomía
Bloom para maximizarlas oportunidades del estudiante de comprender,
aprender y demostrar.
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