El 60% de estas firmas no sobrevive a la primera generación, y menos del 20% llega a la tercera; el principal error es su falta de institucionalización y procesos acordados por los familiares.
La falta de institucionalización obedece en gran medida a la ausencia de protocolos familiares que garanticen la continuidad de las empresas; sólo el 10% de las empresas tiene alguno de estos acuerdos o está en proceso de redactarlo. Como consecuencia de esta falta de organización, sólo dos de cada seis empresas familiares logran sobrevivir a la primera generación y sólo una logra llegar a tercera.
Un artículo publicado por CNN Expansión los enseña cuáles son los cinco errores que se pueden cometer a la hora de crear una empresa familiar:
1. Finanzas poco claras
Por lo general, el
fundador da a sus descendientes puestos innecesarios con sueldos elevados que
se estiman no por su desempeño, sino para que les alcance a mantener un ritmo
de vida, lo que genera problemas financieros al interior de la empresa. Con el
tiempo, si no se toman medidas drásticas, “la empresa se vuelve una olla de
presión que explota, perdiendo los atributos que la habían llevado a ser un
negocio rentable y en crecimiento”, dijo Rizo.
2. “Sangrar” al negocio
Algunos dueños
carecen de políticas alineadas con su departamento de mercadotecnia /ventas. A
veces se empeñan en que ciertos clientes gocen de privilegios frecuentes como
descuentos especiales. Para ellos, el otorgamiento de créditos es mucho más
flexible, con condiciones preferenciales según las circunstancias y aun cuando
no cumplan con las condiciones pactadas originalmente, gozan de las ventajas.
3. Ego de fundador
El crecimiento y la
transcendencia de la empresa suele limitarse a la capacidad del fundador o el
líder del grupo familiar. Si la persona es extremadamente conservadora,
el negocio crecerá poco a poco, será una empresa financieramente sólida, aunque
la participación en el mercado permanezca estable o disminuya con el transcurso
de los años. En cambio, si es visionario y acepta un mayor nivel del riesgo, el
negocio se desarrollará rápido, pero la factibilidad de fracaso a corto plazo
se incrementará.
4. ¿A quién le toca qué?
4. ¿A quién le toca qué?
Los mejores puestos
quedan en manos de los miembros de la familia, mientras que el resto de la
plantilla laboral queda rezagada en las decisiones de alto nivel. En un gran
número de empresas con estas características, el empleado sin lazo sanguíneo
tiene pocas posibilidades para ocupar un puesto importante, lo que incrementa
la rotación. Al limitar el campo de acción en el negocio, el personal con un
perfil alto prefiere no hacer carrera en ese lugar.
5. Paternalismo
Debido a la
cercanía y contacto frecuente con sus empleados, el fundador se convierte en
una especie de padre adoptivo, que tiende a sentirse con la obligación de
resolver los problemas de su personal y opinar de cualquier cosa, aun cuando no
sea estrictamente laboral.
6. Dependencia excesiva
Cuando falta el
fundador del grupo familiar, muchas empresas sufren un gran revés que
incrementa el peligro de desaparecer. Por ello es importante contar no sólo con
planes de sucesión, sino también programas de carrera para prever qué empleados
pueden brincar rápidamente cuando se requiera un relevo en puestos estratégicos
7. Cero institucionalización
7. Cero institucionalización
Si el fundador
tiene la visión y quiere que su empresa trascienda a nuevas generaciones,
tendrá que decidir su institucionalización, dejar el negocio en manos de un
equipo de ejecutivos capacitados y elegidos por un Consejo de Administración,
no “al azar, o porque le toque el puesto a cierto hijo”, agregó Mario Rizo.
8. Quién asciende
8. Quién asciende
Tres de cada 10
compañías en el país tienen dificultades con la sucesión, según datos de la
Fundación Heres, especializada en empresas familiares. Entre las
consecuencias más graves de no elegir un sucesor en forma anticipada y si haber
comprobado que tenía la experiencia necesaria para el puesto es enrarecer el
clima organizacional y perjudicar la relación con los clientes externos, dijo
Luis Roldan Senzio.
fuente: El Economista América
fuente: El Economista América
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