El futuro no es lo que pensábamos que sería. No vamos por ahí en trajes plateados, ni viajamos a colonias en Marte, ni conducimos coches voladores... En lugar de eso, llevamos ropa informal, nos hacemos “selfies” y nos comunicamos en 140 caracteres. Sin embargo, eso es precisamente lo divertido del futuro, que nunca es tan fantástico ni tan horrible como esperábamos.
Lo único seguro es que los tiempos cambiarán y tendremos que adaptarnos. En realidad no hay forma de saber exactamente cómo serán esos cambios, pero podemos identificar tendencias, hacer valoraciones de sentido común sobre a dónde nos conducirán y prepararnos para ellos.
1. Los cambios se producirán mucho más rápidos
Si nos remontamos diez años atrás, el mundo era muy diferente: Google todavía era relativamente nuevo; había iPods, pero no iPhones, ni existía la Internet móvil; no había medios de comunicación social, ni existía la nube; y había solo unos pocos servicios basados en localización. Hace veinte años no existía la Web comercial; los teléfonos móviles simples eran caros, relativamente raros y tan grandes que generalmente los dejábamos en el coche; escuchábamos la música en CDs; y teníamos muy poca tecnología personal.
Nadie puede predecir con
exactitud cómo será la vida en 2024, pero sí sabemos que nuestra tecnología
será mil veces más potente que la de 2004 y un millón de veces más potente que
la de 1994. Es decir, todos los cambios sucederán exponencialmente más
rápido que antes.
2. El mundo de los bits
invadirá el mundo de los átomos
Hoy en día, un teléfono
inteligente reemplaza a una increíble variedad de tecnología que antes solíamos
comprar por separado. Ahora, cuando queremos una nueva utilidad, descargamos
una aplicación. Con el tiempo, veremos tendencias similares en los campos de la
fabricación, la energía y la atención sanitaria. La energía solar será más
barata y podrá competir con la de la red; y obtener la secuencia de nuestro
genoma personal nos costará menos de 100 dólares.
Nos hemos acostumbrado a un mundo
virtual en el que las cosas son cada vez más baratas y mejores a una
velocidad asombrosa, pero pronto eso podría hacerse realidad también en el
mundo físico.
3. Nuestra tecnología nos
conocerá
Cuando IBM presentó
recientemente sus cinco tendencias para los próximos cinco años, optó por
centrarse en la web personalizada. Tradicionalmente, la tecnología se ha
construido para las masas, lo cual funciona razonablemente bien para la mayoría
de la gente, pero puede ser exasperante si nos salimos de las normas
estadísticas.
Eso va a cambiar. Google
Now ya puede consultar nuestros horarios y avisarnos si tenemos que
salir temprano debido a un tráfico inusual, pero podemos esperar que
nuestras tecnologías se vuelvan mucho más personales.
En el futuro, nuestra
tecnología nos conocerá. Los profesores podrán acceder a la información
sobre las aptitudes de nuestros hijos, no sólo entre aulas, sino a través de
diferentes años escolares. Los tratamientos médicos tendrán en cuenta la química
de nuestro cuerpo. Y cuando entremos en una tienda, nos ofrecerán una selección
de productos personalizada en función de nuestro gusto, talla y forma del
cuerpo.
4. Nadie tendrá el poder
La tecnología de la comunicación
ya ha empezado a transformar el potencial humano. Antiguamente, nuestro destino
solía estar muy ligado a las circunstancias de nuestro nacimiento. Sin embargo,
esa brecha se ha ido cerrando considerablemente en la última generación y el
efecto se nota especialmente en las relaciones de poder. El ejemplo más destacado podrían
ser los medios de comunicación sociales. Antes, si alguien quería enviar un
mensaje a todo el mundo, debía pasar unos filtros gubernamentales, editoriales
o académicos; ahora, cualquier persona con un teléfono inteligente puede
retransmitir un texto o vídeo como mejor le parezca.
A medida que la tecnología libre
se vaya afianzando, cabe esperar que esta tendencia se irá acelerando. Hoy en
día, todos tenemos acceso a la tecnología más potente del mundo a través de la
nube. En diez años, como ya se ha señalado antes, esa tecnología será
exponencialmente más potente y nadie tendrá un verdadero control sobre ella.
5. Tendremos que aprender a
colaborar con las máquinas
Si hemos volado en avión
recientemente, puede que hayamos visto a los pilotos en la cabina, pero es
probable que no nos hayamos percatado de que ya no pilotan los aviones como
hacían antes, sino que se limitan a controlar los equipos que pilotan de
verdad. No obstante, su labor no deja de ser importante: supervisan el vuelo,
se comunican con el personal de tierra y se hacen cargo del manejo del avión en
caso de emergencia.
En la actualidad, los ordenadores
están empezando a realizar diversas tareas que solíamos asociar sólo con las
personas. El sistema Watson de IBM ya está ayudando a los
médicos a personalizar los tratamientos y está trabajando en soluciones
similares para otras tareas humanas, incluido cocinar.
En el futuro, todos tendremos que aprender a colaborar con las máquinas como hacen los pilotos.
En el futuro, todos tendremos que aprender a colaborar con las máquinas como hacen los pilotos.
6. Nuestro modelo de negocio
no durará
Hace una generación, cuando
iniciábamos una carrera, se esperaba que aprendiéramos y, posteriormente,
perfeccionáramos nuestro oficio. A medida que ascendíamos, ganábamos prestigio
y autoridad, pero nuestro trabajo en realidad no cambiaba casi nada.
Hoy en día, ya no tenemos esa suerte. Sea cual sea nuestro campo de actividad, lo único de lo que podemos estar seguros es de que nuestro modelo de negocio no durará. Nuestras presunciones acerca de cómo vamos a crear, ofrecer y captar valor se verán truncadas y tendremos que repensar y dar un cambio radical al modo en el que hacemos las cosas.
Ya no podemos extrapolar conocimientos del pasado para entender lo que está por delante, sino que debemos experimentarlo y adaptarnos a medida que sucede. Ya no podemos planificar; sólo podemos prepararnos.
Hoy en día, ya no tenemos esa suerte. Sea cual sea nuestro campo de actividad, lo único de lo que podemos estar seguros es de que nuestro modelo de negocio no durará. Nuestras presunciones acerca de cómo vamos a crear, ofrecer y captar valor se verán truncadas y tendremos que repensar y dar un cambio radical al modo en el que hacemos las cosas.
Ya no podemos extrapolar conocimientos del pasado para entender lo que está por delante, sino que debemos experimentarlo y adaptarnos a medida que sucede. Ya no podemos planificar; sólo podemos prepararnos.
Fuente: http://www.innovationexcellence.com/blog/2014/08/03/6-things-you-should-know-about-the-future/
Martes, agosto 05, 2014
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