Recuerdo aquel día de verano en la universidad, cuando le pregunté a uno de mis maestros la diferencia entre marketing y mercadotecnia; su explicación fue tan extensa y sofisticada que sólo dejo entrever que no tenía la menor idea, hoy lo agradezco, ya que su respuesta me dejó tan inconforme que decidí averiguarlo por mis propios medios, lo cual provocó una reacción en cadena que me fue adentrando cada vez más en este apasionante mundo. Luego de conocer las generalidades de la mercadotecnia, me parecían increíbles tanto el desarrollo de estrategias como la manera en que se pretendía persuadir a un cliente o consumidor de adquirir un producto o servicio; sin embargo siendo sincero, frecuentemente había una sensación de que algo faltaba, que era hasta cierto punto un marketnig incompleto en el sentido de que, cómo era posible que los mercadólogos supieran que sus estrategias funcionarían, ya que siempre (y cuando digo siempre es siempre) imprimían dentro de la misma cierto grado de intuición personal, a veces demasiado diría yo; no quiero decir con esto que la intuición sea algo negativo, al contrario es algo muy útil, sin embargo se desprende de interpretaciones personales más que colectivas, y era esto, desde mi punto de vista, la pieza faltante del rompecabezas.
Dentro de la inmersión para buscar el eslabón perdido de la mercadotecnia, hace un par de años me encontré con el Neuromarketing, disciplina que conozco y manejo, es una rama que combina los descubrimientos de la neurociencia y las habilidades de la mercadotecnia para desarrollar estrategias con alto grado de efectividad, ya que una de sus grandes ventajas es que al ser una herramienta científica, elimina el sesgo subjetivo de la intuición-suposición. El Neuromarketing se vale de la tecnología neurocientífica para descifrar lo que realmente pasa por la mente del consumidor y su reacción ante determinados estímulos publicitarios o de negociación.
Quizá los descubrimientos más sorprendentes en esta materia es descubrir que el 85 % de las decisiones de los clientes o consumidores es a nivel irracional e inconsciente, lo cual lleva a replantear las viejas prácticas de implementar tácticas racionales debido a que sólo estaríamos atendiendo a un 15 % de efectividad. Otra importante aportación es revelar que existen diferencias incluso fisiológicas en el cerebro masculino como femenino, lo cual hace que cada género evalúe de diferente manera un mismo estímulo; es decir, la mayoría de las empresas desarrolla anuncios publicitarios unisex, o sea que implementan el mismo anuncio o campaña tanto para hombres como para mujeres, lo que esas empresas no saben es que su efectividad se verá disminuida ya que dicha publicidad será conectiva sólo con un género mientras que para el otro no resultará para nada atractiva. Estos son solo algunos ejemplos del poder del neuromarketing, el cual estoy seguro vendrá no a evolucionar, sino a revolucionar el mundo de la mercadotecnia y la publicidad; la diferencia entre evolución y revolución es que a la primera le toma muchísimo tiempo desarrollar un cambio y a la segunda no.
Al igual que el marketing tradicional, el neuromarketing cuenta con diversas aplicaciones como el desarrollo de páginas web, comercio electrónico, procesos de innovación, desarrollo de productos, planeación estratégica, entre otros.
Hablar de Neuromarketing en México hoy en día, todavía no es algo muy común entre las empresas de nuestro país, sin embargo es una disciplina que está cobrando fuerza poco a poco y créame no es casualidad que las grandes firmas a pesar de las "crisis" sigan vigentes en el mercado. El neuromarketing en México puede ser una herramienta efectiva para aquellas empresas que quieran obtener mejores resultados a nivel comercial, y ojo la buena noticia es que funciona con empresas a gran escala como con las pymes.
A nivel continente Estados Unidos encabeza la lista de empresas dedicadas a este rubro, le siguen Perú, Brasil, Colombia, México y Guatemala. No necesito ser adivino para decir que esta tendencia la cual aclaro no es una moda, seguirá encontrando cabida en empresas y negocios de todo el mundo.
A pesar de que todavía no se escucha mucho la palabra neuromarketing en México, sé que tiene mucha probabilidad que dentro de los próximos años sea una palabra cotidiana para los negocios en la mayor parte del territorio.
Es momento de voltear a ver una posibilidad que crece frente a nuestros ojos y que estoy seguro contribuirá importantemente con la prosperidad de su negocio. Por naturaleza el hombre le teme a lo desconocido, sin embargo no olvide que toda gran innovación fue en algún momento algo desconocido para el hombre.
Por: Iván Torres Luna, El Siglo de Torreón. com.mx
Recuerde: "En la Vida como en las Ventas, si quiere conseguir algo que nunca ha tenido, tendrá que hacer algo que nunca ha hecho".
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