Una empresa francesa desarrolla un robot para restaurantes de comida rápida. La compañía abrirá este año el primer local donde todo el proceso, desde el encargo hasta la entrega, está automatizado.
A pesar del fracaso de
Flippy, el robot capaz de hacer 300 hamburguesas en una hora en Pasadena
(California) y que tuvo que ser inhabilitado un día después por no ser capaz de
responder a la demanda, los restaurantes de comida rápida siguen buscando la fórmula
del local automatizado. La empresa francesa Ekim ha presentado su primera
pizzería cuyo cocinero son tres brazos robotizados capaces de elaborar 120
pizzas a la hora, tres veces más rápido que una persona.
Francia, el país que
presume de gastronomía, se ha dejado seducir por la tecnología aplicada a la
comida rápida. Ekim, con una ayuda económica de 2,2 millones de euros, ha
presentado un robot que elabora la pizza elegida por ordenador y la deja lista
para su entrega y su consumo.
Los creadores de la
empresa, que tienen previsto expandir con el modelo de franquicia, utilizan
ingredientes franceses, italianos y escoceses (el salmón) para nutrir al robot,
que realiza todo el proceso de forma inmediata. Esta es una de las principales
diferencias con los procesos industriales, que elaboran productos para ser
almacenados y distribuidos en plazos más largos a través de tiendas y
supermercados.
Los fundadores de la
empresa dirigida por Philippe Goldman, Sébastien Roverso y Cyrill Hamon,
afirman que el proyecto comenzó al observar la “decepción” que genera a menudo
la comida rápida por los malos ingredientes, la falta de información, el
servicio más lento de los esperado, las escasas opciones de modificar el menu y
la falta de adecuación de los horarios a los ritmos de vida actuales.
Los dos creadores de
Ekim, ingenieros en electrónica y robótica, comenzaron hace seis años a idear
una fórmula que evitara estas deficiencias. El proceso ha culminado con la
creación de Pazzi, la marca de comida rápida que prevé abir a finales de año su
primer restaurante en Francia y comenzar la expansión. Pazzi es el masculino
plural en italiano de loco, un nombre que hace referencia al producto y a cómo
se gestó la idea.
Las recetas de las
pizzas son de Thierry Graffagnino, pero los clientes pueden incluir cualquier
modificación a través de la aplicación MYOP (Make My Own Pizza). La masa si
procede de elaboración manual. El resto del proceso se puede observar en
directo en el restaurante y los precios oscilarán entre los siete y los 14
euros, según el tamaño y los ingredientes añadidos.
El robot cuenta tres
brazos mecánicos y es una adaptación del modelo diseñado por Esben Østergaard y
distribuido por Sysaxes.
Otras experiencias
Los restaurantes
robotizados son aún una minoritaria tendencia que ya cuenta con
establecimientos en China, Japón o Tailandia. En Harbin (China) abrió en 2012
Robot Restaurant y le siguió otro del mismo nombre en el barrio tokiota de
Shinjuku. En Bangkok funciona un restaurante robótico llamado Hajime. El
empresario hostelero chino Cui Runguan ha creado una línea de robochefs que
elaboran fideos y se venden por debajo de 2.000 euros la unidad.
La empresa vasca Oskook
ha desarrollado un horno con infrarrojos, calor por convección e inducción que
puede elaborar, con una impresora 3D, todo tipo de masa que sea capaz de
procesar su bomba, desde pan hasta bizcochos, galletas y pizza.
En San Francisco, la
empresa Zume Pizza elabora productos con ayuda de robots que participan en la
mayor parte de la cadena. Pero a diferencia de la máquina francesa, donde el
robot ejecuta todo el proceso, hasta el encajado, la firma de Palo Alto utiliza
la tecnología para dar forma a la masa, aplicar la salsa de tomate y
extenderla.
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