Tu cuerpo y tu mente necesitan tiempo para
desconectar y recargar las baterías o no darán más de sí.
Existen varias señales que
indican que deberías ir pidiendo unos días para desconectar.
Eres el rey de la negatividad
Estás cansado, todo te sale mal,
y nada en este mundo funciona, ¿te suena? pues es una de las señales de que
estás a punto de explotar cual olla a presión. A esto puedes sumarle el hecho
de que hasta tu mejor amigo de la oficina te ha empezado a caer mal. No
soportas sus comentarios, sus ruidos, y el más mínimo movimiento te molesta.
Por tu bien y por el de tus compañeros, coge unas vacaciones.
No sabes lo que es la concentración
Que cada pequeño detalle te
moleste hace también que tu capacidad de concentración disminuya. Por no hablar
del efecto de los móviles, tablets y demás dispositivos electrónicos que hacen
que perdamos horas de trabajo. Si lo que hacías antes en 10 minutos lo haces
ahora en 30: vacaciones.
Te cuesta hasta hacerte el desayuno
Otra señal de que debes descansar
un poco es que hasta las tareas más fáciles te cuestan mucho trabajo. Desde
levantarte por las mañanas hasta encender el ordenador. Tu cerebro no da más y
te lo está diciendo.
Te duele todo el cuerpo
Migrañas, dolor de cuello, de
espalda, hasta el pelo te duele. El estrés tiene efectos negativos directos y
son todos estos. Y es que el estado de nervios constante hace que tus músculos
estén agarrotados y que te duelan. Necesitas descargar todo el peso que llevas
encima o irás a peor.
Además, otro de los efectos de
ese estrés es la falta de sueño. Te cuesta dormir, y cuando duermes no
descansas como deberías por lo que te levantas incluso más cansado y dolorido.
Es un círculo vicioso que nunca acabará si no desconectas unos días.
Has vuelto a los malos hábitos
Es decir, comes mucho y mal
(sobre todo comida basura y precocinados) porque estás estresado y cansado y no
te apetece dedicar más tiempo a hacerte algo saludable. Además el cansancio
hace que decidas quedarte en el sofá para descansar, lo cual al final es
imposible. Y es que lo mejor que puedes hacer cuando te sientes así es salir y
moverte pero el sofá es más fuerte que tú.
Si notas que estos malos hábitos
están volviendo a tu vida, ya sabes que
es hora de hacer las maletas y escaparte unos días de vacaciones . Las necesitas y te las
mereces.
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